CLARIN.COM
12/6/10
Nalbandian pone tercera
Mañana viaja a Londres para jugar una exhibición en césped antes del Grand Slam
David Nalbandian, ansioso, está contando las horas para una nueva vuelta en 2010. Ya sabe que tiene su pasaje a Londres para mañana en el bolsillo y su isquiotibial izquierdo, ese del desgarro que lo mantuvo aislado del Mundo Tenis , en órbita para animársele al césped de Wimbledon. La mala pata ya pasó y este tenista de 28 años que fuera 3 del planeta y hoy está acomodado muy atrás (150° marca el ranking), l e quiere decir adiós a las lesiones que lo tuvieron a los tumbos en esta temporada. Antes de su partida, el unquillense tuvo un mano a mano con Clarín y recorrió los temas de su agenda.
Con un “estoy con ganas de viajar y cansado de la rehabilitación”, el cordobés rompe el fuego de cara a su primera escala antes de ingresar al All England. Porque a partir del martes intervendrá en el Boodles Challenge, una exhibición a 35 minutos de Londres, como para ir calentando motores en el coqueto Stoke Park.
¿Estás físicamente en los diez puntos que dijiste que debías estar para regresar? Diez puntos es difícil saberlo. Estoy bien y nunca estamos exentos de nada. Me hubiese gustado estar mejor en el sentido de llegar con más partidos para afrontar un Granbd Slam. Si me preguntás si me siento bien, te digo que si, que me siento bien.
¿Y los dolores ya se fueron? Los comunes y un poco de cansancio por la semana dura de práctica que tuve. No es que estoy cero kilómetro como si no hubiese parado nunca.
¿Cómo te llevaste con el entrenamiento en césped? Bien. La verdad que canchas de pasto buenas en Argentina, no hay. Por suerte conocimos a una persona que tiene una en su casa y dentro de todo, estaba bastante bien. Hay que tener en cuenta que es invierno, y no es lo ideal para jugar en césped.
¿Es ideal volver en esta superficie o hubieras preferido hacerlo sobre cemento? Qué pregunta esa. La verdad que no sé´. Físicamente no sé que es mejor. Por ahí en el pasto no te cansás tanto pero terminás con dolores en la espalda o en el glúteo. Como ideal, no sé, pero a mi me gusta jugar en el pasto, me divierte. Ojalá me vaya bien.
¿Cómo salís de este círculo vicioso de lesión, partidos, exigencia y de nuevo una lesión? Los médicos me dijeron que, entre comillas, era normal, que hasta que no me adaptase a la alta competencia, esto iba a suceder hasta mitad de año. Y más o menos es el plazo que estamos cumpliendo ahora. Hasta Roland Garros o Wimbledon me iba a costar. Ojalá que la segunda parte del año sea más normal. Si me lesiono una vez de acá a fin de año estaría contento. Y si no me lesiono, estaría feliz.
En este alto rendinmiento que decís también aparece tu ranking bajo y te podrían tocar en la primera ronda Nadal, Federer o Djokovic.
Y si. Ese es el tema de ir perdiendo ranking. No habrá que aflojar.
¿Qué pensaste en estos meses de recuperación? Esto antes no te pasaba.
El proceso es distinto. El deportista está preparado para competir, no para lesionarse. Son momentos difíciles y delicados. Por suerte tengo un equipo de trabajo que me respalda y yo soy un tipo muy activo. Si me das dos horas libres me invento un programa, no me quedo sentado en casa. Y eso me ayudó en este tiempo: a disfrutar fuera del tenis, que era algo que no hacía. No se me hizo tan pesado.
¿Ante la aparición de estas lesiones seriales no te planteaste si te entrenás bien? Si, porque lo que tuve es un problema de desgaste con la cadera. Si no me hubiese pasado a las 15 años. Sale con los años.
Del Potro, Mónaco, vos están lesionados ¿hasta dónde va a llegar el circuito? Lo vengo diciendo, el circuito es una picadora de carne. Y este problema no es sólo nuestro, lo sufren todos. A lo mejor el único al que no le toca es a Federer.
¿Cuál es la sensación de volver a Wimbledon? Muy linda, por eso me gusta volver. Ahí es donde dí mi primer puntapié grande en este tipo de torneos. Y te hace ilusión.
¿Qué te acordás de aquel 2002? Por qué no pudiste repetir aquella final? Después tuve un año bueno, perdí en cuartos de final. Y al año siguiente también llegué a esa instancia. La verdad que no sé por qué no pude, pero en otros torneos tampoco pude. Todavía me acuerdo de la locura que fue aquella semana y de que jugué por primera vez en la cancha central cuando fue la final.
Con un “estoy con ganas de viajar y cansado de la rehabilitación”, el cordobés rompe el fuego de cara a su primera escala antes de ingresar al All England. Porque a partir del martes intervendrá en el Boodles Challenge, una exhibición a 35 minutos de Londres, como para ir calentando motores en el coqueto Stoke Park.
¿Estás físicamente en los diez puntos que dijiste que debías estar para regresar? Diez puntos es difícil saberlo. Estoy bien y nunca estamos exentos de nada. Me hubiese gustado estar mejor en el sentido de llegar con más partidos para afrontar un Granbd Slam. Si me preguntás si me siento bien, te digo que si, que me siento bien.
¿Y los dolores ya se fueron? Los comunes y un poco de cansancio por la semana dura de práctica que tuve. No es que estoy cero kilómetro como si no hubiese parado nunca.
¿Cómo te llevaste con el entrenamiento en césped? Bien. La verdad que canchas de pasto buenas en Argentina, no hay. Por suerte conocimos a una persona que tiene una en su casa y dentro de todo, estaba bastante bien. Hay que tener en cuenta que es invierno, y no es lo ideal para jugar en césped.
¿Es ideal volver en esta superficie o hubieras preferido hacerlo sobre cemento? Qué pregunta esa. La verdad que no sé´. Físicamente no sé que es mejor. Por ahí en el pasto no te cansás tanto pero terminás con dolores en la espalda o en el glúteo. Como ideal, no sé, pero a mi me gusta jugar en el pasto, me divierte. Ojalá me vaya bien.
¿Cómo salís de este círculo vicioso de lesión, partidos, exigencia y de nuevo una lesión? Los médicos me dijeron que, entre comillas, era normal, que hasta que no me adaptase a la alta competencia, esto iba a suceder hasta mitad de año. Y más o menos es el plazo que estamos cumpliendo ahora. Hasta Roland Garros o Wimbledon me iba a costar. Ojalá que la segunda parte del año sea más normal. Si me lesiono una vez de acá a fin de año estaría contento. Y si no me lesiono, estaría feliz.
En este alto rendinmiento que decís también aparece tu ranking bajo y te podrían tocar en la primera ronda Nadal, Federer o Djokovic.
Y si. Ese es el tema de ir perdiendo ranking. No habrá que aflojar.
¿Qué pensaste en estos meses de recuperación? Esto antes no te pasaba.
El proceso es distinto. El deportista está preparado para competir, no para lesionarse. Son momentos difíciles y delicados. Por suerte tengo un equipo de trabajo que me respalda y yo soy un tipo muy activo. Si me das dos horas libres me invento un programa, no me quedo sentado en casa. Y eso me ayudó en este tiempo: a disfrutar fuera del tenis, que era algo que no hacía. No se me hizo tan pesado.
¿Ante la aparición de estas lesiones seriales no te planteaste si te entrenás bien? Si, porque lo que tuve es un problema de desgaste con la cadera. Si no me hubiese pasado a las 15 años. Sale con los años.
Del Potro, Mónaco, vos están lesionados ¿hasta dónde va a llegar el circuito? Lo vengo diciendo, el circuito es una picadora de carne. Y este problema no es sólo nuestro, lo sufren todos. A lo mejor el único al que no le toca es a Federer.
¿Cuál es la sensación de volver a Wimbledon? Muy linda, por eso me gusta volver. Ahí es donde dí mi primer puntapié grande en este tipo de torneos. Y te hace ilusión.
¿Qué te acordás de aquel 2002? Por qué no pudiste repetir aquella final? Después tuve un año bueno, perdí en cuartos de final. Y al año siguiente también llegué a esa instancia. La verdad que no sé por qué no pude, pero en otros torneos tampoco pude. Todavía me acuerdo de la locura que fue aquella semana y de que jugué por primera vez en la cancha central cuando fue la final.